¿Lo habías pensado? Educación musical y redes sociales como una combinación ideal para cambiar el panorama educativo en el mundo de la música.
De eso es exactamente de lo que he ido a hablar esta semana al IV simposio internacional de educación musical celebrado en Granada entre los días 10 y 12 de febrero del 2016.
La organización de este interesante evento corrió por parte del Real Conservatorio Superior de Música Victoria Eugenia de Granada y la Sección Departamental de Didáctica de la Expresión Musical, sede de Granada, de laUniversidad de Granada, con la colaboración del Grupo de Investigación en Educación Musical SEJ-540.
Trabajo impecable de José Luis Aróstegui Plaza y Celia Ruiz Bernal y que me acompañan en la foto de cabecera de este artículo.
Una oportunidad para compartir con todos los asistentes mis ideas sobre educación musical y redes socialesaplicadas al cambio del sector que creo tan necesario.
Como sabes estas ideas son fruto no ya sólo por mi experiencia en el mundo de la educación musical sino también por mi pasión por todo lo relacionado con la comunicación a través de las redes sociales.
Algo que se complementa con mi trabajo en el Conservatorio de Amsterdam como profesor del máster de estudios orquestales además de como estratega de sus redes sociales.
No cabe duda que el tema despierta mucho interés entre todos los profesionales del sector.
Porque supone una verdadera oportunidad de cambio.
En una sociedad donde la música clásica ha sido relegada a un segundo plano por otros géneros musicales, nos queda poco tiempo para reaccionar.
Tenemos todavía mucho talento por identificar y desarrollar en nuestros conservatorios y para hacer que estas instituciones sean verdaderas comunidades educativas donde todos aprendamos de todos.
Preciosa metáfora de lo que ocurre en gran medida en las redes sociales.
Abrir nuestras aulas a la sociedad es abrirnos nosotros mismos como profesionales y servir de ejemplo a nuestros alumnos y su entorno.
Las redes sociales pueden ser un elemento integrador donde todos tenemos un papel en el proceso de construir una mejor educación musical y de acercarla a todo el mundo.
Calidad y calidez.
En mi ponencia repasé con los asistentes el proceso estratégico que he seguido en el Conservatorio de Amsterdam para llevarlo a competir en términos de influencia en redes sociales, con grandes instituciones americanas.
¿El secreto?
Conocer los canales de difusión social, el público objetivo, la organización, crear valor y fomentar la interacción.
Todos con todos.
Involucrando a la directiva, profesorado y alumnos.
Aprendiendo en común en una educación musical que debe tender a la transversalidad que ofrecen las propias redes sociales.
Como sabes, no me gusta dar la sensación que las redes sociales son una solución para todos nuestros problemas.