Este viernes 11 de octubre, el país celebra a la cantante lírica nacional que alcanzó la mayor proyección internacional. La sala que lleva su nombre, en el Centro de Acción Social por la Música, se ha convertido en escenario para las nuevas generaciones de cantantes, quienes se forman en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela
Prensa FundaMusical Simón Bolívar
La longevidad no parece ser sólo una suma de años vividos. También es una suma de logros, huellas y ejemplos que una persona logra atesorar en su transitar sobre la tierra. Esta premisa le calza perfectamente a la soprano venezolana Fedora Alemán, quien hoy, 11 de octubre de 2013, cumple 101 años de vida y es celebrada por su familia, amigos, discípulos, y por todo el país que la aplaudió y que la que reconoce como una de las figuras del canto y la música más relevantes de nuestra historia contemporánea.
Fedora Alemán nació en 1912, tan bella y refinada en el trato personal como en la escena, de hecho la llamaban la “Gran Dama del Bel Canto”. Estudió en Caracas, piano y canto, y convencida de su vocación artística se trasladó a Nueva York para continuar estudios y logra grabar su primer disco con el sello RCA Víctor. También estudió canto en Francia y en Italia. Una vez que regresa a Caracas, realiza su debut en el Teatro Municipal, en 1932. Desde ese año y hasta finales de 1990, se mantiene activa en la dinámica musical del país.
Su impronta como cantante lírica está presente en un completo historial de recitales, conciertos y roles principales de óperas así como estrenos de obras (Villa-Lobos opinó que ella era la mejor intérprete de sus Bachianas Brasileñas). Entre 1960 y 1990, Fedora Alemán brilló en los escenarios nacionales e internacionales. Olivier Alain, del diario Le Fígaro, escribió: “Esta bella cantante recibió de la naturaleza una voz clara y limpia con notas agudas de una claridad encantadora”, y aquí en el país, Israel Peña escribió en El Nacional: “Todo lo que canta, grande o pequeño, encuentra en su acento una expresión viva, una proyección inmediata. Oyéndole, la música nos parece más música, haciéndose palpable, casi visible, en su canto”.
Su voz inspiró a muchos directores de orquesta, también a compositores, quienes le dedicaron algunas obras, entre otros Antonio Estévez, Ángel Sauce, Inocente Carreño o María Luisa Escobar. El maestro Alfredo Rugeles habla de ella: “Fedora Alemán representa uno de los valores culturales más importantes de nuestro país. Fue la primera soprano venezolana que tuvo una carrera internacional destacada y siempre tuvo el interés por cantar y difundir la música de los compositores venezolanos. Igualmente, cabe destacar su amplia labor docente que contribuyó -sin duda- a la formación de muchos de nuestros más reconocidos cantantes líricos. Yo tuve la suerte de haber sido parte de su cátedra en la Escuela de Música “Juan Manuel Olivares” de Caracas.
La mezzo soprano Isabel Palacios, quien recibió la fructífera gestión que Fedora Alemán realizó en el Museo del Teclado, dice: “Ella representa todo lo que un artista íntegro puede representar; es una mujer maravillosa, con una vida extraordinaria y un ejemplo a seguir para todas las generaciones de cantantes. Para mí es una madre musical. ¡Que Dios la bendiga!”.