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El granadino recorre su vida y experiencias musicales en un libro que publica Espasa
www.eldiariomontanes.es | Por PILAR GONZÁLEZ RUIZ
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En 2012 la revista Gotham le incluyó en la lista de los cien neoyorquinos más influyentes del año. No usa batuta ni frac. En cambio, siempre lleva cacheta gris de cuello alto y camisa negra tipo Mao. Colabora con Ayuda en Acción como embajador en su proyecto Acordes con Solidaridad desde el 2014. Estas son algunas de las pinceladas que forman parte de la biografía de Pablo Heras-Casado, uno de los más destacados directores de orquesta españoles, protagonista y narrador de un libro que se publica el próximo 4 de septiembre.
En ‘A prueba de orquesta’ (Espasa), Casado entra en el mundo de la música clásica bajo una premisa que mantendrá a lo largo de las 288 páginas; «la música es lo que nos transmite, lo que nos hace sentir».
Así, el granadino comienza sus recuerdos en su descubrimiento de la música y va mezclando sus conciertos más importantes por todo el mundo o las orquestas que ha dirigido desde que con 17 años creara su primera coral.
En esos años también participó en ‘La ruleta de la Fortuna’, que no se le dio nada mal. Todo lo ganado lo dedicó a costearse un viaje a Viena y poder recibir un curso de dirección.
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A principios de 2006 llega a París por primera vez, donde va a ocupar el puesto de director de asistente en la Ópera Nacional y en 2010 se estrenó en el Teatro Real de Madrid, donde una lentilla perdida estuvo a punto de dar al traste con su primera noche en tan ansiado lugar.
En 2012 comenzó a trabajar con Plácido Domingo en la versión discográfica de su etapa como barítono, que culminaría un año después con el Grammy Latino a mejor disco de clásica.
En estos últimos años Pablo Casado, casado con la televisiva Anne Igartiburu, no ha parado: ha debutado con la Filarmonica de Viena en el Festival de Mozart y ha dirigido nueve conciertos en Tierra Santa con la Filarmónica de Israel, entre otras.
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